Cómo mejorar la calidad del aire en su oficina
Puede parecer obvio, pero la calidad del aire que respiramos es de vital importancia para toda la vida. Por lo tanto, tiene mucho sentido que la calidad del aire en los espacios interiores, como las oficinas, pueda tener un impacto dramático en la salud, la comodidad y la productividad de quienes lo respiran.
La calidad del aire interior puede reducirse a varios factores o variables, que incluyen, entre otros:
Olor,
Temperatura,
Humedad,
El movimiento del aire,
Polvo,
Contaminantes en el aire y
Contaminantes que ingresan a una persona, como fragancias, humo de cigarrillo e incluso detergente para lavar ropa.
Algunos de estos factores, como la temperatura, impactan más en la percepción de la calidad del aire, mientras que factores como los contaminantes tienen impactos muy reales.
La ventilación y la circulación son factores clave cuando se trata de la calidad del aire en un espacio cerrado, por lo que el invierno es el que más perjudica la calidad del aire interior. En invierno, las puertas y ventanas a menudo permanecen cerradas, con las grietas selladas para evitar corrientes de aire y pérdida de calor, y el aislamiento del edificio se aprieta en general. Esto da como resultado un ambiente cada vez menos ventilado y congestionado. Lo que esto significa es que los alérgenos y contaminantes quedan atrapados en el interior, lo que resulta en una mayor concentración de estos desagradables. La falta de ventilación suficiente también es responsable de la propagación de enfermedades como los resfriados y la influenza, ya que las bacterias no se eliminan con regularidad, lo que les da la oportunidad de propagarse a otras personas.
Con todos los factores potenciales que pueden interferir con la calidad del aire en interiores, es importante encontrar formas de prevenir la contaminación y, de hecho, mejorar la calidad general del aire. Sin embargo, hay algunas formas en que puede mejorar la calidad del aire en su oficina.
Fuente de control
El control de fuente es un buen lugar para comenzar. Implica buscar la fuente de contaminación potencial y tomar medidas para minimizarla. Por ejemplo, el polvo es un contaminante común, y asegurar que se pasa la aspiradora y se quita el polvo regularmente puede ser de gran ayuda para mejorar la calidad del aire, ya que se reducirá la concentración de partículas de polvo. Además, los productos de limpieza pueden liberar humos tóxicos en el aire, por lo que el uso de productos no tóxicos es otra forma eficaz de mejorar la calidad del aire y la salud y seguridad.
Purificación
El siguiente paso es la purificación, que consiste en eliminar los contaminantes del aire. Esto se puede hacer mediante el uso de aceites purificadores, como aceites esenciales a base de limón, purificadores de aire (filtros HEPA) e incluso ciertas plantas de interior que tienen cualidades purificadoras naturales, como el aloe vera. Al usar plantas, es importante mantenerlas bien regadas, pero también controlar la acumulación de moho, ya que esto es otro detrimento para la calidad del aire interior.
Ventilación
La ventilación es otra forma de mejorar la calidad del aire interior y quizás también una de las más impactantes. Asegurarse de que su espacio u oficina esté bien ventilado hacia el exterior puede tener un impacto profundo en la calidad del aire resultante, ya que permite que el aire contaminado se mueva hacia el exterior mientras se puede traer aire fresco. La ventilación y la circulación son formas importantes de mejorar el aire calidad, y dispositivos como los ventiladores de recuperación de calor o HRV son una excelente manera de ver mejoras reales. Estos dispositivos tienen hasta un 51% más de flujo de aire que otros sistemas de ventilación comparables.
HRV
Un HRV es una caja que está equipada con un ventilador, diseñado para aspirar aire del exterior y dirigirlo al interior. Al mismo tiempo, elimina o expulsa el aire viciado de una habitación y lo expulsa hacia el exterior. La función de recuperación de calor de este dispositivo le permite recuperar el calor del aire interior viciado antes de desecharlo al exterior. En general, se considera que esta es una forma muy eficaz de mejorar la calidad del aire en los espacios interiores, y los sistemas HRV se utilizan comúnmente tanto en empresas como en hogares.
Como muchos de nosotros damos por sentado el aire que respiramos, es importante dar un paso atrás y considerar cómo el aire más limpio puede afectar nuestras vidas. El simple hecho de mejorar la calidad del aire interior en su oficina u hogar puede tener efectos profundos en su productividad a través de mayores niveles de concentración y función cerebral. Además, y quizás lo más importante, una mejor calidad del aire garantizará que su salud no se vea comprometida y que la toxicidad que se libera con cada respiración no se prolongue y, posteriormente, se ingiera una y otra vez. Después de todo, con tantas horas que pasamos en nuestros hogares y oficinas cada día, es fácil ver cómo respirar aire de mala calidad podría terminar teniendo graves consecuencias para la salud a largo plazo.